¡Llega la segunda parte! En el blog de hoy volvemos a desmentir falsas creencias relacionadas con el suelo pélvico. Si te perdiste la primera parte, pincha aquí “Desmontando mitos sobre el suelo pélvico”.
- Una cesárea evita daños en el suelo pélvico.
ERROR. Se trata de una frase que se piensa con frecuencia y está muy lejos de la realidad. Durante el embarazo el abdomen se distiende para permitir el crecimiento del bebé dentro de la tripa de la madre. Además, el peso del bebé recae durante esos nueve meses sobre el suelo pélvico, generando una presión constante sobre el mismo. Por tanto, el embarazo en sí mismo supone un daño para la musculatura pélvica, aunque no hayamos dado a luz vía vaginal. Esto ya debería ser una razón para valorar el suelo pélvico, aunque nuestro bebé haya nacido por cesárea.
La musculatura del periné y el abdomen están íntimamente relacionados como ya os he nombrado en muchas ocasiones.Un abdomen debilitado tras el embarazo y una cicatriz que da problemas (adherencias, dolor…) pueden ocasionar daños a nivel del suelo pélvico.
¡No descuides tu suelo pélvico, aunque hayas pasado por una cesárea!
- Los hombres no tienen que cuidar el Suelo Pélvico.
Después de desmentir que los hombres no tenían suelo pélvico, toca desmentir esta frase también. Los hombres SÍ tienen que cuidar el suelo pélvico. Aunque haya una mayor incidencia en disfunciones del suelo pélvico en mujeres, los hombres también pueden sufrirlas. Tanto para la prevención como para el tratamiento es fundamental cuidarlo y mantenerlo en forma. Hay ocasiones, como las cirugías de próstata, por ejemplo, en las que este cuidado se hace completamente necesario.
- Tener un suelo pélvico fuerte dificulta el momento del parto.
NO. Tener un suelo pélvico fuerte y con el tono adecuado no es incompatible con tener una musculatura flexible en el momento del parto. De hecho, no solo no es incompatible, sino que sería lo más adecuado: Conseguir una musculatura fuerte y competente, capaz de cumplir sus funciones y flexible para el momento del parto.
Trabajar el suelo pélvico antes del embarazo o incluso durante el embarazo, es una buena forma de descubrirlo y una excelente forma de prevención de cara al post-parto.
- Tener pérdidas de orina después de uno o varios partos es normal.
NO, dejemos de normalizar las pérdidas de orina. Tener escapes, da igual la cantidad, no es normal. Hay que buscar soluciones, tratarlo. Cuando después de dar a luz aparecen problemas en el suelo pélvico, no te quedes de brazos cruzados, no te conformes, busca profesionales que te ayuden a mejorar. Una disfunción de suelo pélvico no es un peaje que tengas que pagar por haber sido madre.
- Con mi edad… Ya no hay nada que hacer. Soy mayor para trabajar mi suelo pélvico.
Las pérdidas de orina, los prolapsos, etc. Muchas veces van relacionadas con la edad. Con la menopausia, los tejidos pierden calidad y el suelo pélvico se ve afectado. ¡Pero amigas! Nunca es tarde para empezar a cuidarse. Si tienes un problema, tengas la edad que tengas, ponte en manos de un/a profesional que te ayude a trabajar tus problemas y verás como tu calidad de vida mejora. Lo vemos día a día en las consultas de fisioterapia. La edad no es una excusa para tirar la toalla.
- Los hombres no tienen incontinencia urinaria.
Lo siento, me encantaría deciros que es así, pero la realidad es que SI, los hombres pueden tener también problemas de incontinencia. La incidencia en mujeres es mucho mayor, por la anatomía y los procesos como embarazo, parto o menopausia, pero los hombres también pueden padecerla. Es frecuente en hombres que han pasado por cirugías de próstata, problemas tumorales… Pero, al igual que en el caso de las mujeres, también existen tratamientos por parte de la fisioterapia y podemos ayudaros a mejorar el problema o incluso solucionarlo.
Y aunque es un tema más tabú entre los hombres, muchos están en tu misma situación. No te avergüences y pon solución al problema.
- El dolor lumbar no tiene nada que ver con mi suelo pélvico.
En ocasiones, no siempre, puede existir una relación entre el dolor lumbar y el suelo pélvico. Cuando el suelo pélvico y la musculatura abdominal (fundamentalmente oblicuo interno y transverso del abdomen) no tienen el tono suficiente, la musculatura lumbar tiene que trabajar más para conseguir la estabilidad de la columna y la pelvis y esto puede hacer que haya una sobrecarga y aparezca dolor.
- Los hipopresivos consisten en abrir las costillas.
Los ejercicios hipopresivos son ejercicios posturales y respiratorios. La apertura de costillas es una aspiración diafragmática que puede hacerse o no hacerse. Por lo tanto, los ejercicios hipopresivos -aguantando la postura y trabajando bien la respiración- pueden realizarse sin necesidad de hacer la apertura de costal.
- El Pilates es bueno para mi Suelo Pélvico.
SI y NO. El Pilates es un ejercicio que se asocia con la activación y el refuerzo del suelo pélvico, ya que se centra en fortalecer el CORE (conjunto formado por diafragma, suelo pélvico, abdomen y musculatura lumbar).
Pero, no todo vale. No todos los ejercicios son aptos para trabajar el suelo pélvico, en algunos se requiere de mucho control, y si no se tiene, o la persona que da las clases no lo explica, es posible que haya un aumento de la presión que sea perjudicial para el suelo pélvico.
Te recomiendo que, si tienes una disfunción en tu suelo pélvico, antes de ponerte a realizar Pilates, hagas una valoración de tu periné y sepas qué es lo que te conviene.
- Tengo gases vaginales al hacer deporte, tener relaciones… ¿Qué pasa?
Los gases vaginales son la expulsión de aire que se ha acumulado en la vagina. Estos gases pueden ser un síntoma de que nuestro suelo pélvico está débil, la abertura vaginal y la vagina están más abiertas y el aire entra más fácilmente (al hacer un esfuerzo, durante las relaciones…). Si te ocurre con frecuencia, hazte una valoración para ver cómo está tu suelo pélvico.
¿Alguna vez habías dicho u oído una frase de estas? Espero que os haya gustado el blog de hoy y os haya resuelto dudas. Poco a poco os iré subiendo más entradas de este tipo, ¿se te ocurre algún mito más? Cualquier aportación es bienvenida.
¡Muchas gracias por leer! ¡Comparte si te ha gustado!