PREPARACIÓN AL PARTO ¿POR QUÉ HACERLA?

Antes de comenzar, es importante dejar claras algunas cosas. La más importante es que cada mujer es diferente, y, por tanto, cada parto será diferente, incluso dos partos de una misma mujer serán también distintos. 

Conocer experiencias de otras mujeres puede ser enriquecedor, pero ten en cuenta que tu parto no va a ser igual que el de ninguna de ellas. 

También debemos saber que hay cosas que se escapan de nuestro control. Hay muchos factores influyendo en el proceso del parto (la madre, el bebé, el entorno, el equipo médico o las propias circunstancias) que hacen que no se pueda garantizar al 100% un parto sin problemas (cesárea, episiotomía, uso de instrumentos…). 

Estoy embarazada, ¿Y ahora qué hago?

Elaborar un plan de parto 

Una de las cosas que puedes hacer es realizar el plan de parto. Se trata de una herramienta que te permite participar de manera activa en el proceso del parto y decidir cuales son tus preferencias, deseos y expectativas sobre este proceso para que éstas puedan ser respetadas en la medida de lo posible. Realizar el plan de parto también puede ayudarte a comprender cómo funciona el proceso y las opciones que tienes. 

Aquí te dejo un link al Plan de Parto y Nacimiento del Ministerio de Sanidad para que te lo puedas descargar desde la página “El parto es nuestro”.

Deporte y embarazo 

El deporte también es una manera de mantenernos en forma y llegar al parto en las mejores condiciones físicas posibles. No tengas miedo, hacer deporte durante el embarazo está permitido y no solo eso, está recomendado, siempre y cuando no haya una contraindicación médica. Pero, ¡cuidado!, si nunca has hecho deporte, el embarazo no debería ser el momento de empezar, aunque si esta es tu situación, haz un deporte que se adapte a ti y supervisado por un profesional.  Si quieres quedarte embarazada empieza a preparar tu cuerpo antes. La preparación física debería empezar antes del embarazo.

Hacer ejercicio, mantenerte ágil y móvil te ayudará durante todo el embarazo, pero también en el proceso del parto y nacimiento de tu bebé. La práctica de ejercicio físico tiene beneficios tanto para la mamá como para el bebé (mantener el peso, mejorar la movilidad, trabajar la postura, prevenir dolores, regular a función hormonal…) por lo que si estás embarazada ¡No te quedes parada, MUEVETE! 

Y la fisioterapia, ¿Qué puede hacer por mi? 

El cuerpo de la mujer está preparado para el embarazo y el parto, pero todo lo que hagamos para favorecer que lleguemos a este momento en las condiciones más óptimas, siempre será en positivo. 

La etapa del embarazo es un momento importante para el cuerpo de la mujer. Durante este periodo, la mujer sufre cambios físicos constantes para que el bebé quepa en su cuerpo. El útero aumenta su tamaño a la vez que el bebé va creciendo y hace que todo lo que lo rodea se vaya reubicando para que esto pueda suceder. 

Durante el periodo de gestación se producen cambios como la alteración de la postura y del patrón de la marcha. Hay cambios en el suelo pélvico y el abdomen, aumenta la presión y el peso en ambas zonas y puede aparecer la famosa diástasis abdominal (separación de los rectos del abdomen). 

Todos estos cambios fisiológicos y funcionales en el cuerpo de la mujer unidos a la evolución social que se ha ido produciendo durante los últimos años como la entrada de la mujer en el mercado laboral o la edad cada vez más avanzada de las madres primerizas, entre otros, hacen que la maternidad sea un periodo que debe conllevar una serie de cuidados importantes. De todo esto surge la necesidad de la fisioterapia obstétrica, siendo esta la que se encarga de la prevención y tratamiento de las disfunciones musculo-esqueléticas y las alteraciones biomecánicas que se dan durante la gestación. El trabajo está enfocado para que la mujer pase el embarazo y llegue al parto en las mejores condiciones y para que haya una mejor recuperación del post-parto. 

La preparación al parto es una buena herramienta de prevención, los cambios que se producen en la mujer durante el embarazo son un factor de riesgo en la aparición de disfunciones de la zona abdomino-pélvica (incontinencia, prolapso, diástasis abdominal, disfunciones sexuales…), por lo que el trabajo durante la preparación va a ayudar a evitarlos. 

¿Qué se hace en la preparación al parto?

  • Toma de conciencia corporal y postural. Importantísimo trabajar la postura durante el embarazo por todos los cambios fisiológicos que se producen. También es fundamental una buena toma de conciencia sobre el periné, donde está, qué hace, cómo se mueve y cómo se siente.
  • Pautas para realizar actividad física de manera correcta y segura.En nuestro caso, hacemos clases de gimnasia prenatal. 
  • Trabajar la respiración.Aprendizaje de la respiración diafragmática, esto será muy importante para la correcta realización de los pujos, procurando dañar lo menos posible el cuerpo de la mujer. 
  • Trabajo abdominal.Tonificación, fortalecimiento y control y aprendizaje de la gestión de la presión abdominal.  Importante el trabajo de activación del transverso, músculo abdominal fundamental en el momento del parto ya que es la principal fuerza muscular voluntaria en el momento del expulsivo. La musculatura del abdomen y del suelo pélvico deben estar en equilibrio entre rigidez y elasticidadpara permitir la correcta salida del bebé. 
  • Dar movilidad y flexibilidad a la pelvis para favorecer una correcta biomecánica. 
  • Preparar la musculatura del periné con el masaje perineal para que los tejidos que lo conforman lleguen en el estado más óptimo posible. Es una técnica que ayuda a flexibilizar el tejido. Si quieres saber más sobre el masaje perineal no te olvides de leer el post que escribí sobre el tema aquí
  • Aprender a realizar el pujo fisiológico. Se hace mucho trabajo de respiración. Se pueden practicar con la ayuda de un dispositivo llamado EPI-NO. Este instrumento es una buena herramienta para trabajar la propiocepción y el autoconocimiento y ayuda a las embarazadas a sentirse más seguras y llegar al parto con menos nerviosismo.
  • Aprendizaje de posturas de dilatación.Es importantísimo hacer una dilatación activa ya que genera beneficios como dejar la pelvis libre y mejorar el movimiento de las articulaciones, disminuir el dolor durante la contracción o facilitar el descenso del bebé por el canal del parto. 

IMPORTANTE: El masaje perineal y el uso del EPI-NO preparan el tejido para que llegue en las mejores condiciones al momento del parto, pero no garantizan al 100% que no haya desgarros o que no nos hagan una episiotomía. Las circunstancias individuales de cada caso tienen que analizarse. Lo más importante es que el bebé y tú estéis bien. 

¿Cuándo comienza la preparación al parto? 

La preparación al parto empieza desde antes incluso de quedarte embarazada. Preparar tu cuerpo para los cambios que van a venir. 

Desde el primer momento y si no hay contraindicación por parte del médico puedes empezar a hacer deporte, con cuidado y quizás no con la misma intensidad de antes pero siempre va a ser importante mantenerte activa. ¡NO AL SEDENTARISMO!  

En cuanto al masaje perineal y al EPI-NO, el primero lo realizamos a partir de la semana 32, y el EPI-NO y trabajo de los pujos y las posturas que favorecen la dilatación, a partir de la semana 37. 

¿Por qué hacer la preparación al parto? 

La principal razón es porque una mujer que va informada, conoce sus opciones, ha trabajado con su cuerpo, ha tomado conciencia del mismo y ha generado confianza en ella misma y en su propio cuerpo, es una mujer que se enfrenta al momento del parto con mayor seguridad y tranquilidad, sin la sensación de falta de control, llegando incluso a disfrutar de la experiencia vital que proporciona el parto. 

¡Espero que te haya gustado el post! Si estás embarazada y quieres saber más sobre el tema no dudes en escribirme y preguntarme. ¡Estoy deseando ayudaros!

Valoración del suelo pélvico ¿Por qué?

¿Sabes en qué consiste la valoración del suelo pélvico? ¿Crees que deberías valorar el tuyo? ¿Has pensado en hacerlo? ¿Si ya me valora el/la ginecólogo/a para qué voy a ir al fisioterapeuta?

En el texto de hoy voy a hablaros sobre la valoración del suelo pélvico y la importancia que tiene. 

¿A quién debo acudir para hacerme una valoración de suelo pélvico?

La fisioterapia se encarga no solo del tratamiento y la rehabilitación de los pacientes sino también de la prevención y educación de los mismos y tiene como objetivo conseguir una óptima funcionalidad y movilidad en el individuo. 

Como ya os he contado, el suelo pélvico es un conjunto de músculos, ligamentos y fascias que se encuentran como base de la pelvis, y que tienen sus propias funciones (sostén, contención, estabilidad, etc.). La fisioterapia de suelo pélvico es la parte de la fisioterapia que se encarga de la prevención y tratamiento de las disfunciones que se producen a nivel uro-ginecológico, obstétrico y coloproctológico. Por tanto, el fisioterapeuta es el profesional que emplea el razonamiento clínico para llegar a un diagnóstico fisioterápico adecuado, y para ello, es imprescindible hacer una valoración de suelo pélvico. 

Así que SÍ. La persona a la que debéis acudir para que os haga una valoración de suelo pélvico es el/la fisioterapeuta especializado en esta materia. 

¿En qué consiste? 

Se trata de una revisión que hace una/un fisioterapeuta y que tiene como fin encontrar posibles alteraciones presentes en el suelo pélvico o en cualquier otra zona que tenga relación con el mismo (abdomen, zona lumbar, diafragma, cadera, etc.). 

  1. Historia clínica y consentimiento informado. 

Se trata de una entrevista para realizar una historia clínica. Preguntamos acerca del historial médico, prestando especial interés en la esfera uroginecológica y obstétrica (cómo han sido los partos, cuántos ha habido, etc.), así como posibles intervenciones abdominales o de cualquier zona relacionada con el periné. Además, os preguntamos sobre cosas de vuestro día a día; la actividad física que realizáis,  alimentación, relaciones sexuales, etc. para tratar de detectar alteraciones en el área abdomino-pélvica. 

Es importante tras realizar la historia clínica firmar el consentimiento informado donde se explica en qué consiste la valoración y donde se especifica la realización de una valoración intracavitaria (vaginal o anal) para la cual se necesita permiso. 

  • Exploración física. 

Valoración postural. Fundamental por su relación con las disfunciones del suelo pélvico. También observamos la respiración y el estado del diafragma y el abdomen (activación de rectos, si hay diástasis, transverso, cicatrices, etc.). 

Exploración externa del suelo pélvico. En la exploración externa valoramos la coloración de la piel, la sensibilidad, los reflejos o las cicatrices. También pedimos que realices acciones como toser o contraer y observamos qué es lo que ocurre. 

Valoración interna. Se trata de una valoración intracavitaria que puede ser vaginal, anal o ambas. La realizamos para detectar el tono y la fuerza de la musculatura. También miramos cicatrices y posición de los órganos pélvicos (descartar prolapsos). 

  • ¿Y ahora que ya está hecha qué? 

Una vez hemos hecho la valoración vamos a informarte de cual es el estado de tu suelo pélvico y de qué es lo que se puede realizar (tratamiento, pautas para casa, consejos, derivar a otro especialista, etc. ) 

¿Es igual que la valoración que hace el/la ginecólogo/a?

La valoración que se realiza desde la fisioterapia NO es igual que la que hace el/la ginecólogo/a, tienen finalidades distintas. En la valoración ginecológica el objetivo es detectar y prevenir alteraciones en los órganos reproductores, cáncer de mama, enfermedades de trasmisión sexual, etc. 

Y aunque aquí os hable de la valoración por parte del fisioterapeuta, es MUY importante realizar esta valoración con nuestro/a ginecólogo/a y procurar hacerla de forma periódica (una vez al año).

¿Cuándo debo realizarla?

La valoración de suelo pélvico la puedes hacer en cualquier momento pero hay situaciones en las que está especialmente recomendada. 

  • Tras haber dado a luz (¡DA IGUAL QUE HAYA SIDO UNA CESÁREA!)
  • Si sabes que quieres quedarte embarazada o incluso estándolo (tras haber pasado el primer trimestre) también es un buen momento para hacerla y empezar a preparar tu periné para este momento de tantos cambios. 
  • Deportes de impacto (correr, saltar, crossfit, etc.) . Cuando realizamos este tipo de deportes hay que realizar especial atención al suelo pélvico ya que está continuamente recibiendo impacto. 
  • Menopausia. Es un momento delicado en la mujer, las hormonas se alteran y los tejidos pierden un poco de calidad. A veces la menopausia puede venir acompañada de algún síntoma como la falta de lubricación o las pérdidas de orina. 
  • Tras intervención quirúrgica en zona abdomino-perineal. Fundamental hacer una valoración y trabajar las cicatrices para prevenir futuros problemas. 
  • Síntomas. Cualquier síntoma que nos haga saltar las alarmas: pérdidas de orina (del tipo que sean, tras realizar un esfuerzo, no conseguir llegar al baño…), incontinencia fecal o de gases, dolor lumbar o pélvico, estreñimiento, sensación de peso en la vagina (podría ser un prolapso), gases vaginales o problemas durante las relaciones sexuales (dolor, falta de lubricación, falta de sensibilidad, etc.). 

Si has leído esto y crees que encajas en alguno de estos puntos sería recomendable que te hicieras una valoración para saber cómo está tu suelo pélvico y qué hacer si hay algún problema. 

Si estás bien y sana y simplemente te apetece saber como está tu periné, conocerlo y educarlo para prevenir futuros problemas también puedes venir a consulta para que te valoremos.

Sea como sea, tengas síntomas o no, te animo a cuidarte y a mimarte. Hazte una valoración del suelo pélvico, empieza a trabajarlo, haz un entrenamiento de prevención, y si ya hay algún problema en esta zona, ponle solución. ¡Dejemos los tabús y quitémonos la vergüenza! Hablar sobre el suelo pélvico es fundamental para no olvidarnos de que es una parte muy importante de nuestro cuerpo y que hay que cuidarla. 

¡Espero que te haya gustado el post! Y si algún día decides hacerte una valoración, ¡Estaré encantada de recibirte!