Los prolapsos se clasifican en cuatro grados atendiendo a la gravedad. Desde el grado I, donde existe un pequeño descenso en el interior de la vagina, hasta el grado IV, donde el órgano sale completamente al exterior de la misma.
La presencia del prolapso puede dar diversos síntomas: urinarios, sensación de pesadez, molestias, dolor en la relaciones o infecciones urinarias de repetición, entre otras.