Preguntas frecuentes

Sí, los hombres -al igual que las mujeres- también tienen suelo pélvico y también comparten algunas de las mismas funciones como, por ejemplo, la de sostén de los órganos pélvicos, la función de continencia urinaria y fecal y la función sexual. Y sí, también los hombres pueden tener alteraciones a este nivel y por ello, también es importante cuidarlo, conocerlo y sentirlo.

Los ejercicios de Kegel los pueden hacer tanto hombres como mujeres. Un ejercicio de Kegel se realiza haciendo una contracción del suelo pélvico. Para hacerla, tenemos que realizar la acción como si cortásemos el pis o estuviéramos intentando retener un gas. Debes sentir cómo se ‘cierran’ la vagina y el ano.

Lo más sencillo es empezar a contraerlo en posición tumbado en el suelo o de lado, anulando así el efecto de la gravedad.

Evita empujar el suelo pélvico hacia abajo y evita también contraer los glúteos, los aductores o los rectos del abdomen. La contracción debe ser aislada del suelo pélvico.

Todos los ejercicios los debemos acompañar de la respiración y no aguantar el aire dentro mientras los realizas.

De todas formas, si quieres saber si contraes bien tu suelo pélvico, acude a un fisioterapeuta especializado para que te ayude y te enseñe.

Tener un suelo pélvico saludable puede prevenir futuras patologías o síntomas como, por ejemplo, los prolapsos o la incontinencia. Además, puede mejorar nuestra vida sexual, haciendo que sea mucho más placentera. No debemos esperar a tener problemas para empezar a cuidarnos y el primer paso para tener un suelo pélvico sano es conocerlo.

Las bolas chinas pueden servir para trabajar el tono de nuestro suelo pélvico, pero solo debemos utilizarlas bajo la supervisión e indicación de un profesional. No en todas las pacientes se deberían utilizar: hay que hacer una valoración previa del periné para poder pautarlas y, además, hay que enseñar a la paciente cómo se utilizan y el tiempo que puede llevarlas.

No, las pérdidas de orina no deben ser asumidas como algo normal. Son un síntoma indicativo de que la función de continencia de nuestro suelo pélvico está fallando.

Debemos buscar cuál es la causa y para ello hay que acudir a un profesional que nos realice una valoración del periné.

Sí. Desde la fisioterapia uroginecológica se puede realizar una valoración para buscar la causa y aplicar un tratamiento adecuado que mejore la sintomatología e incluso que la haga desaparecer.

Los ejercicios hipopresivos son ejercicios posturales y respiratorios. La apertura de costillas es una aspiración diafragmática que puede hacerse o no hacerse. Por lo tanto, los ejercicios hipopresivos -aguantando la postura y trabajando bien la respiración- pueden realizarse sin necesidad de hacer la apertura de costal.

No, el dolor en las relaciones sexuales no debería existir. El dolor es indicativo de que algo está sucediendo en nuestro cuerpo. Si tienes este dolor, acude a realizarte una valoración de tu suelo pélvico y así poner remedio a tu problema.

No, la dismenorrea aunque socialmente esté aceptada como algo normal, no hay que asumirlo como tal. El dolor es una señal de alarma del cuerpo indicadora de que algo no está funcionando como debería. Desde la fisioterapia podemos ayudarte con tu dolor.

La sensación de pesadez, presión o incluso de notar un bulto en la zona genital es habitual cuando las pacientes tienen un prolapso o, a veces, tras el parto. El prolapso es el descenso de los órganos pélvicos. Esta sensación es más frecuente notarla al final del día si hemos pasado mucho tiempo de pie, hemos cogido pesos o hemos hecho mucha fuerza con nuestro abdomen, como, por ejemplo, en casos de estreñimiento. Si tenemos esta sensación, debemos acudir al ginecólogo y acudir a un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico para que nos haga una valoración. A veces es necesaria una intervención quirúrgica, pero en muchos otros casos se puede hacer un buen tratamiento fisioterápico.

Preguntas relacionadas con el embarazo y posparto:

suelo pelvico postparto

Identificar dónde está mi suelo pélvico, conocerlo, aprender a ejercitarlo y cuidarlo no solo ayuda a nuestro periné durante el parto, sino que hace que la recuperación tras él sea más fácil.

El masaje perineal no debe ser doloroso. A veces puede ser incómodo o un poco molesto por la sensación de presión o estiramiento, pero no puede provocarnos dolor.

Normalmente realizamos el masaje perineal durante el embarazo y comenzamos a realizarlo en la semana 32. Se trata de una técnica sencilla que ayuda a la paciente a ser más consciente de su suelo pélvico y además nos sirve para dar elasticidad a los tejidos.

Los hipopresivos en el embarazo están contraindicados. Al realizar estos ejercicios, se pueden activar las contracciones uterinas pudiendo provocar un parto prematuro e incluso un aborto. A pesar de no poder realizar hipopresivo, hay un gran abanico de ejercicios para poder practicar.

No, las pérdidas de orina no deben ser asumidas como algo normal. Son un síntoma indicativo de que la función de continencia de nuestro suelo pélvico está fallando.

Al tratarse de una cirugía abdominal, nuestro suelo pélvico también se va a ver afectado. Existe una íntima relación entre la musculatura abdominal y el periné, ya que trabajan de manera conjunta. Tanto si es un parto vaginal como si es una cesárea, tras pasar la cuarentena es necesario realizar una valoración del suelo pélvico y del abdomen para ver cuál es su estado.